Queridas amigas y amigos:
Para comenzar el año, nos gustaría reflexionar sobre lo que ha pasado durante el 2016, puesto que parece haber un amplio consenso en que ha sido un año terrible.
La guerra en Siria entró en su quinto año y miles de personas han sido asesinadas mientras cientos de miles siguen tratando de ponerse a salvo. Como respuesta a esta llamada "crisis de los inmigrantes" , la Unión Europea (UE) firmó un acuerdo para devolver a las personas refugiadas a T urquía y, a pesar de las protestas de la sociedad civil, planificó acuerdos similares con diferentes naciones africanas. En la India, la desmonetización repentina golpeó a la gente más pobre y amenaza con exacerbar la pobreza y socavar aún más la confianza social. En Filipinas, el nuevo presidente alentó los asesinatos extrajudiciales de presuntos narcotraficantes y usuarios de drogas, y el número de asesinados cada día sigue aumentando. En América Latina, la presidenta brasileña Dilma Rousseff fue destituida después de un golpe de estado y en todo el continente los gobiernos de izquierda han ido perdieron popularidad. En Europa y Estados Unidos, la xenofobia y el populismo de derecha han continuado su ascenso, culminando en dos eventos que sacudieron al mundo y que probablemente tendrán consecuencias durante el 2017 y los próximos años: el voto del Reino Unido para abandonar la UE y la elección en los EE.UU. de un presidente xenófobo, misógino y que niega el cambio climático. Aunque todavía no se han visto los impactos de estos dos votos sobre la migración, los derechos de las mujeres, los derechos humanos y los derechos laborales en todo el mundo, no existen muchas razones para tener esperanza.